C.K.Prahalad (1941-2010) uno de los “activistas” más lúcidos del Management de las últimas décadas. Falleció en 2010 habiendo sido profesor de “Estrategia corporativa” de la cátedra “Paul y Ruth McCracken” de la Stephen M. Ross School of Business, perteneciente a la Universidad de Michigan, Estados Unidos y junto con Gary Hamel, autores ambos de “Competing for the future” (Compitiendo por el futuro).
No nos cansamos de hablar y escuchar en todos los foros sobre como tiene que ser el LIDER del XXI, de LIDERAZGO INNOVADOR, de LIDERAZGO HUMANISTA, … Nos parece que estamos descubriendo un nuevo universo y resulta que la cuestión de novedad tiene poco y posiblemente de evolución lógica tenga mucho.
Lo que comparto hoy contigo es lo que Prahalad llamó “11 Principles for a Global Manager” (11 principios para un gestor global), y que transcribo literalmente, añadiendo mis comentarios tras cada principio. En 2010, Prahalad redactó este lista para sus alumnos, en la que condensó en once principios lo que en casi 40 años de estudio había observado necesario para un gestor responsable.
1º Comprender la importancia de la no conformidad
El liderazgo consiste en el cambio, la esperanza y el futuro. Los líderes tienen que aventurarse en un territorio desconocido, por lo que deben ser capaces de manejar la soledad intelectual y la ambigüedad.
Oficiónate: Es en la divergencia y en el conflicto interior donde aparece la oportunidad de ampliar la visión y por tanto de descubrir nuevas oportunidades. Sondear el conflicto interrogándolo nos lleva a respuestas que no sabíamos que teníamos.
2º Mostrar un compromiso con el aprendizaje y el desarrollo de sí mismo
Los líderes deben invertir en sí mismos. Si no se cuenta con la formación adecuada, no se puede ayudar a las personas que tampoco posean la formación necesaria. Si está enfermo, no se puede atender a los enfermos; si eres pobre, no se puede ayudar a los pobres.
Oficiónate: El desarrollo continuo se ha convertido en necesidad en todas las organizaciones. El desarrollo de los equipos en el siglo XXI ha encontrado un nuevo instrumento en el que apoyarse, la inteligencia colectiva y la co-creación. El líder es un “nodo” más en el equipo con la responsabilidad de servir de guía al resto de la red.
3º Desarrollar la capacidad de poner el rendimiento personal en perspectiva
Durante una larga carrera, usted experimentará el éxito y el fracaso. La humildad en el éxito y el coraje frente al fracaso, son características de un buen líder.
Oficiónate: Solamente podemos liderar en presente. Un buen liderazgo cuenta con recursos y aprendizajes del pasado y con una conveniente proyección a futuro. Saber a dónde vamos, descubriendo paso a paso el camino por donde avanzar. En este viaje, no existen éxitos ni fracasos, simplemente obtenemos resultados que nos inspiran aprendizajes para decidir cuál será el siguiente paso a dar. Obviar los aprendizajes derivados de cada avance o retroceso, es como olvidar poner combustible al vehículo que nos lleva al destino deseado.
4º Estar dispuestos a invertir en el desarrollo de otras personas
No escatimar esfuerzos para ayudar a sus colegas a desarrollar todo su potencial.
Oficiónate: El desarrollo de la capacidad colectiva resulta múltiplo mayor que la suma de las capacidades individuales. La inversión en el desarrollo de personas se convierte en uno de los esfuerzos con mayor retorno en el modelo de equipo de la actual era del conocimiento.
5º Aprender a relacionarse con aquellos que son menos afortunados
Los buenos líderes son inclusivos, a pesar de que no es fácil. La mayoría de las sociedades se han ocupado de las diferencias por evitar o eliminar ese tipo de personas; pocos son los que asimilan a las personas que no son como ellos.
Oficiónate: En un mundo globalizado la oportunidad de desarrollo está en vivir en la diversidad y para ello necesitamos enriquecer nuestra inteligencia colectiva con otras miradas que nos abrirán sin duda nuevas oportunidades. Desarrollar las capacidades inclusivas de los equipos nos empodera sobre modelos selectivos (excluyentes) que tienden a “normalizar” en exceso su actividad y por tanto sus resultados. Como he comentado en el punto uno, la divergencia es una oportunidad de incorporar nuevas perspectivas.
6º Estar preocupado por el debido proceso
La gente busca la equidad-no favores. Ellos quieren ser escuchados. A menudo, ni siquiera les importa si las decisiones no siguen por el buen camino, siempre y cuando el proceso sea justo y transparente.
Oficiónate: Soy “parte de” porque me siento “dentro de”. Abrir los equipos a la participación y a la transparencia provoca la apertura del canal mediante el cual el líder accede a la responsabilidad individual de cada miembro. Desde ahí podemos apoyar el desarrollo de su consciencia de responsabilidad global y realmente compartida.
7º Darse cuenta de la importancia de la lealtad a la organización, profesión, la comunidad, la sociedad, y sobre todo a la familia.
La mayoría de nuestros logros no serían posibles sin el apoyo de nuestras familias.
Oficiónate: La persona se configura por el individuo, su entorno y sus recursos. El modelo de separación de entorno profesional y personal del pasado no dará resultados a futuro. El desdoblamiento equivale a contar solamente con una parte de la capacidad potencial del individuo. La confluencia de misión, visión, valores, así como la visión ecológica con el entorno próximo y con la sociedad en general, son el principal combustible de la motivación.
8º Asumir la responsabilidad de los resultados, así como de los procesos y la gente con la que trabaja
De la manera en que cumple los objetivos determinará el tipo de persona en la que se convierte.
Oficiónate: Orientados a resultados, a la consecución de objetivos personales, de equipo, de negocio, de desarrollo, de n evolución. Apoyados en valores e incorporando nuestros intereses en confluencia con un interés global como especie humana. Consciencia y desarrollo mediante el aprendizaje continuado de los procesos vividos y los resultados obtenidos.
9º Recuerde que usted es parte de unos pocos privilegiados
Esa es su fuerza, pero también es una cruz que llevas. Equilibrar el rendimiento con la compasión y el aprendizaje con la comprensión.
Oficiónate: Liderar por y para el equipo… No es lo mismo ir delante, ir al lado, ir entre, que ir sobre o encima del equipo. ¿tu dónde sueles ir?
10º Espera a ser juzgado por lo que haces y lo bien que lo haces, no por lo que dices que quieres hacer
Sin embargo, el sesgo hacia la acción debe ser equilibrado por la empatía y el cuidado de otras personas.
Oficiónate: Un líder consigue mayor valor del equipo mostrando que demostrando. Bien es cierto que hay momentos para todo y el discurso del querer hacer ayuda a visualizar el estado objetivo. Hacer en equipo provoca fricción y desgaste que se lubrican mediante la empatía y el cuidado de las personas.
11º Ser conscientes del papel que juega
Estar preocupado por los problemas de los pobres y los discapacitados, aceptar las debilidades humanas, reírse de sí mismo y evitar la tentación de jugar a ser Dios.
Oficiónate: Nuevamente aparecen los conceptos de equipo diverso y equipo inclusivo. Ambos son además la póliza de seguros que el líder debe tener contratada para prevenirse de tentaciones ególatras. Vivir en y con el equipo, en un proceso orientado al desarrollo, al reto y avance continuos, es la cura de humildad que evita la autocomplacencia.
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