Con el objeto de colaborar, nos construimos un representante que defienda nuestra posición previa, en lugar de construirnos a nosotros mismos como fruto de nuestra colaboración.
He leído en el blog de Cristina Riera un post sobre el proyecto «Barris en Dansa» en el que reseña su esencia como práctica colaborativa comunitaria. Dice :
…mientras algunos nos llenamos la boca de activismo de sofá, otros se debilitan entre luchas y postureos, se disputan butacas mientras muestran sin pudor su desvergüenza, nos roban los derechos y el mercado marca las reglas del juego, en la calle la vida real sigue. Los “nadie” siguen construyendo y sosteniendo el mundo y nuestro “nosotros” de forma invisible y silenciosa entre el barullo ensordecedor en el que pretenden perdernos.
Si queréis leer el post completo lo encontraréis en https://delirandounpoco.wordpress.com/2016/02/17/barris-en-dansa/
He leído el enlace que nos compartes. Es una experiencia bella, llena esa libertad y frescura que solamente parece brotarnos cuando somos «nadie». Gracias por compartirla